martes, 20 de octubre de 2015

FLSm en Setenil de las Bodegas

Setenil de las Bodegas, en la ruta de los "pueblos blancos", municipio atravesado por el río Guadalporcún que forma el impresionante tajo a su paso por la ciudad.


 La conquista de la villa era fundamental para la corona en su avance hacia Granada, y el sitio de 1407 no proporciona el fruto deseado. Desde ese momento Setenil es considerado casi inexpugnable y puerta fundamental para la reconquista del reino nazarí. Desde los tiempos de Juan II de Castilla hasta el reinado de los Reyes Católicos se producirán siete sitios, de ahí el nombre de la ciudad Septem nihil, siendo el último –21 de septiembre de 1484– el que conduce a la victoria.
Bajo dominio cristiano Setenil es declarada villa de realengo y recibe de los monarcas la Carta de Privilegios en 1501, donde se dispone un elevado número de franquicias y beneficios equiparables a los que en ese momento gozaba Sevilla.
Tras los primeros momentos de la repoblación y el repartimiento de casas y tierras, Setenil comienza una nueva etapa en la que sus vecinos, un buen número de los cuales pertenecía al estamento hidalgo, tales como las familias Ortiz, Zamudio, Guzmán... viven de los cultivos de la vid, los cereales, el aprovechamiento del monte, la ganadería y la pesca.
Durante la Edad Moderna Setenil avanza y continúa disfrutando de una privilegiada situación entre los pueblos de la serranía, sólo alterada ocasionalmente por la presencia de tropas que en diversas circunstancias se aprovisionan de la villa, con el consiguiente perjuicio económico para sus habitantes. Los setenileños poseen una importante iglesia, un hospital y un seminario que se mantendrá hasta mediados del siglo XVII. Será en este siglo cuando tras numerosos pleitos, consigan liberarse de la ciudad de Ronda, por una real pragmática firmada en 1630.
La entrada del siglo XIX está marcada por las luchas guerrilleras de sus vecinos, que unidos a los de otros pueblos de la serranía gaditana resisten ante el invasor francés que ocupa la península. El proceso desamortizador no repercute positivamente en los habitantes de Setenil y los campesinos, buscando soluciones que palíen sus dificultades económicas, se unen a los movimientos sociales que empiezan a difundirse por la sierra gaditana.
En la actualidad, y una vez superados los procesos de emigración de la segunda mitad del siglo XX, Setenil continúa desarrollándose siguiendo sus pautas tradicionales de signo fundamentalmente agrícola, a las que se une el aprovechamiento turístico de un pueblo que por lo excepcional de su entramado urbano, la belleza de sus alrededores y lo singular de sus festividades se constituye en uno de los más atractivos municipios de la provincia de Cádiz.

Desde que entras en el pueblo blanco, en el que casi parece que se paró el tiempo...


los estrechos callejones, con la roca haciendo las veces de tejado de las casas....


.... empinadas escaleras, para subir y bajar una y otra vez...

El principal atractivo de este municipio lo constituye el pueblo en sí, en todo su conjunto, debido a la belleza y originalidad de su entramado urbano, que en elevada pendiente baja desde el castillo adaptándose al curso del río, lo que le confiere una singular disposición con diferentes niveles de altura. En la parte baja los vecinos han aprovechado el tajo creado en la roca por el río para construir sus casas. Se trata de un excepcional ejemplo de un tipo de vivienda denominado "abrigo bajo rocas" que, a diferencia de otras construcciones semitroglodíticas desarrolladas en Andalucía, no excava la roca, sino que se limita a cerrar la pared rocosa y desarrolla la vivienda de forma longitudinal.







Zona del Mirador de la Peña, con sus magníficas vistas del pueblo





Y justo a la bajada del mirador, está el "Arrabal de Triana", con su puente de Triana ( esta réplica del puente de Triana es muy actual)




Este es el Puente de Triana, datado del siglo XIII-XIV, que unía el Arrabal de Triana y el arrabal de la Mina




También en Setenil, las huellas del Camino de Santiago


Y poco a poco, en compañía de la Cruzcampo, nos vamos adentrando en las calles Cuevas de la Sombra,...






... y calle Cuevas del Sol








La oferta de bares, restaurantes y todo tipo de tiendas de productos típicos y no tan típicos es abundante. La gran afluencia de turistas así lo requiere y es fuente de ingresos para el pueblo.
La gastronomía es abundante en productos de la sierra, desde quesos, carnes de caza, Sopas Cortijeras (Plato típico por excelencia de la localidad hecho con pan, aceite de oliva, espárragos y huevo escalfado)y por supuesto no puede faltar  “La masita” una peculiar tapa realizada con masa de chorizo y de salchichón fresco hecha a la plancha se ha convertido en el reclamo gastronómico de la localidad de la Sierra.
Mi recomendación, de un lugar para comer, sería la VENTA MIRABUENO, en la calle Reyes Católicos. A parte de una cocina mas que interesante, buen servicio, local ambientado en plan rústico y  buen precio. 



Y si ya tienes suerte de compartir tertulia con su propietario, José María Benitez, la velada es completa.


Que no te importe salir, por un momento, del "circuito turístico" para reponer fuerzas.




Son surcos del azar los caminos