lunes, 5 de noviembre de 2012

Notarius Máximus: el Nota


Exactissima descriptio: Nova tabula geográfica de los continentes de un miembro.
El piélago y las ínsulas que moja. Terra incognita.                                           
 Círculo equinoccial de su cintura.
De cabo a golfo cruzando un albañal.
Golferías de su península.
“El nota” y sus meandros.





Ni un cuento vulgar
ni una tragedia;
-es la crónica de tu epopeya-
cantada por un rapsoda
de lira desatada
al que le faltan dos cuerdas
para perder la cabeza.





“El nota”,
limita al norte
con su pareja,
de la que le separan
un par de……una cordillera.
Al sur linda
con una recua de caminantes.
Al oeste,
un guiso de su suegra.
Y al este,
el Helmántico, afluente
del fútbol de frontera.


Al pie de la ceca
entre el Tajo y el Tormes
regenta un hospicio
de expósitos de fortuna,
desheredados sin dentadura.


En la Arcadia del páramo
de sol a sol
pastorea fósiles,
y abre surco
entre las extremidades
de una fontana
donde abreva
si tiene sed,
su alma
                                                                                                                        


Fedatario.
Jurisconsulto de guardia,
evacua sin laxante
providencias, plazos y sentencias.
Hermano,
por parte de un niño muerto
del piccolo Duce de Dos Hermanas.


Anémico licenciado sin puñetas
a orillas de un río candao.
Su indumenta:
Harapales, aliño chirigotero
y bragueta abierta.


Ahijado de un suevo druida,
ultimogénito de una generación perdida
de esta década tardía
en la Baja Edad Hipotecaria.

Fiduciario de un padrino
de unto y ajo
que testa y lega,
rutas,  leyendas y marmita.









Rumiante de canónigos laicos
ventrílocuo de latines y jaculatorias
masticador de palabras.
Tallo de efebo ungido –en el orto-
por un cirujano
que oficia con hisopo
mientras reza
a la Madonna dell  Orto
en la Clínica de Nuestra Señora de la Popa.



De tumbao cómico al andar,
futbolero de religión
devoto de afán misionero,
cancerbero con tupé
en un departamento raso
                                                                 de indígenas sin cielo.                                                                                              






No es el del saco,
ni el sacamantecas, no,
tampoco el arropiero
ni fendetestas,
le llaman mataperros
deo gratia.









Cálido como un niño antiguo,
manos de vidriera
pulidas por el hojeo trashumante
de revistas de musas en cueros
códices, historias y leyendas.














    Nota notable,
sobresaliente compañero
hermano por los pelos
yerno que mejora
la última nota.                                                                                        







En una noche de bacanal
con Dionisios de ronda,
para honrar a Neptuno
raptó una sabina;
la Princesa de Valdepasillas
-la flor del Vivero-
a un empellón estuvo
de no ganar esa tierra
y perder a su suegra



Sin ser barbero
peina siempre un calvo
con la raya al medio.
Sin quererlo
provoca celos,
celos de un patricio
de ricos dedos
con sed de otro tiempo.




                                                               Gaudeamus igitur, nota.
La vida parece corta

celebremos a las vírgenes,

y a las que no lo fueran

con la razón del deseo.

Riamos, vivamos,

que no hay mejor República
en la tierra que pisas
que la de los sueños
a la sombra de una idea
al albur del viento.







Hispalis, vendimiario/brumario de 2.012.


Año III    FLSm       Óliver.


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