Cuando pasamos y vimos este tronco, arrancado por la corriente, poca importancia le dimos, nada mas que otro viejo árbol que sucumbe al empuje de la riada.
Pero, unos 400 m mas adelante, cuando vimos que la riada se había llevado parte del sendero y la única opción era retroceder, el viejo tronco cobró mayor sentido.
Y como si de un puente se tratara, nos dispusimos a cruzar el río.
Así a vista de fotografía, la empresa parece fácil, pero bajo nuestros pies y bajo aquel viejo tronco carcomido, la fuerza de las aguas amenazaban nuestra empresa.
Por un simple arroyo, que la mayor parte del año lleva un hilo de agua, las aguas embravecidas rugían arrastrando todo lo que se ponía a su paso. El viejo y carcomido tronco, resistía con un impresionante "crujido" de su podrida madera. En cualquier momento se podía partir, dando nuestra empresa en el fondo de aquellas embravecidas aguas.
Por momentos se mascaba la tragedia.
Pero la pericia, y la buena preparación de este grupo de liberadores, nos daba mucha tranquilidad.
Incluso algún osado, hacía aquello de " sin manos".
Cloro, que cuando "el eje del mal" vea esto, hablarán, criticarán, malmeterán,... pero sólo los que vivimos esta peligrosa aventura sabemos, hasta que punto nuestra integridad corrió grave riesgo.
Después de esto, me rio yo del "caminito del rey"
Y lo mejor todavía estaba por llegar.Bueno, lo más duro.....
Son surcos del azar los caminos
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