Las señales nos indicaban, claramente, que no podíamos seguir, pero de momento no considerábamos otra opción, ya que el sendero original estaba en el margen izquierdo y en cualquier momento, podríamos cruzar de nuevo el rio.
Pero nada mas lejos de nuestros pensamientos, unos metros mas adelante, el arroyo víboras, se junta con el arroyo del rodeo, y ahí si que se terminaba la ruta.
Vuelta hacia atrás y buscamos una zona del rio, para poder cruzar "a nado"
Zapatillas y calcetines fuera, y a mojarse los pies
No había otra opción posible
Son surcos del azar los caminos
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